HEMORRAGIAS
¿QUE SON LAS HEMORRAGIAS?
Procede del latín hemorragia que, a su vez, tiene su origen en un vocablo griego. Este vocablo griego se encuentra conformando por dos partes: el término “chaima” que es “sangre” y el elemento “rragia”, que se refiere a un excesivo e inesperado flojo de algún tipo de fluido (sangre), se entiende por hemorragia a la salida de sangre fuera del sistema cardiovascular.
TIPOS DE HEMORRAGIAS:
Los diferentes tipos de hemorragias se clasifican según su origen anatómico, el tipo de vaso sanguíneo afectado, o la causa que lo origina.
SEGÚN SU TIPO DE ORIGEN:
Hemorragia externa: es la hemorragia producida por una ruptura de vasos sanguíneos a través de la piel, este tipo de hemorragias es producida por heridas abiertas, pero puede provenir del interior del cuerpo.
Hemorragia interna: es la ruptura de un vaso sanguíneo y la sangre fluye hacia una cavidad cerrada, se acumula en el interior del cuerpo.
SEGÚN EL TIPO DE ORIGEN
Hemorragia externa: es la hemorragia producida por ruptura de vasos sanguíneos a través de la piel, este tipo de hemorragia es producida frecuentemente por heridas abiertas, pero puede provenir del interior del cuerpo.
Hemorragia interna: es la ruptura de un vaso sanguíneo y la sangre fluye hacia una cavidad cerrada, se acumula en el interior del cuerpo.
Hemorragia exteriorizada: el vaso se rompe también en una cavidad, pero esta si tiene salida al exterior por orificio natural, como la boca, el oído o la nariz.
SEGÚN EL TIPO DE VASO SANGUÍNEO ROTO
Hemorragia capilar: es en la cual la sangre fluye de la herida en pequeña cantidades tras el raspado superficial de la piel la sangre sale en forma de gotas, y recibe el nombre de sábana.
Hemorragia venosa: el sangrado procede de alguna vena lesionada y la sangre sale de forma continua pero sin fuerza, es de color rojo oscuro.
Hemorragia arterial: es la más grave si no se trata a tiempo, el sangrado procede de alguna arteria lesionada y la sangre sale en forma continua, siguiendo el ritmo cardíaco.
SEGÚN SU ETIOLOGIA (CAUSA):
Rexis: solución de continuidad o rotura de un vaso (lesión por arma blanca por ejemplo, se refiere a daño intencionado).
Diéresis: lesión por incisión quirúrgica o accidental.
Diabrosis: corrosión de la pared vascular con bordes mal definidos.
Diapédesis: aumento de la permeabilidad de los vasos sin perder su integridad anatómica con la consiguiente salida de elementos formes.
SÍNTOMAS Y SIGNOS
Hemorragia interna: los signos que pueden apuntar una hemorragia interna son aquellos que indican el desarrollo de un shock hipovolémico que es una afección en la cual se pierde mucha sangre y hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo.
El pulso se vuelve débil y rápido.
La piel se vuelve fría y húmeda.
Los ojos están apagados (sin brillo), las pupilas pueden estar dilatadas y responden lentamente a la luz.
La presión sanguínea baja.
La victima usualmente puede estar sedienta.
Casa invariablemente ansioso/a.
La victima puede tener nauseas y vómito.
Abdomen muy sensible o rígido.
Hematomas en diferentes partes del cuerpo.
Perdida de sangre por el recto, vagina o en heces.
Vómito con sangre.
Fracturas cerradas.
Hemorragia externa: el diagnostico no es fácil, ya que los síntomas son evidentes; hay una herida de la cual fluye la sangre. Sin embargo, para determinar la severidad de la pérdida de sangre en la etapa de primera ayuda no siempre es posible especialmente si el paciente se mueve o cambia de ropa, por lo que es imposible saber qué cantidad de sangre ha perdido. También se debe tener en cuenta que el paciente puede estar en un estado de excitación y para negar o minimizar la gravedad de su estado debido a la fase temprana de choque traumático.
Hemorragia exteriorizada: los síntomas de este tipo de hemorragia se pueden observar a partir de los distintos tipos de salida por las cuales fluye la sangre:
Otorragia: salida de sangre por el oído. Esta proviene de la rotura de un vaso o clara si viene mezclada con líquido cefalorraquídeo.
Epistaxis: sangrado por las fosas nasales, de la misma nariz, o de trauma cráneo encefálico.
Hemoptisis: la sangre sale por la boca al toser. Procede del sistema respiratorio.
Hematemesis: sale por la boca en forma de vomito. Procede del tubo digestivo.
Melenas: la sangre es expulsada por el ano. Procede del tubo digestivo, a cualquier nivel.
Metrorragia: proviene del aparato genital femenino y se elimina por la vagina.
PRIMEROS AUXILIOS
Hemorragias internas:
No hay que administrar líquidos ni medicamentos a la persona afectada.
La persona tiene que estar acostada en posición horizontal, elevando sus extremidades inferiores (poner un objeto debajo de ellas) para que estas quedes sobre la altura de su cabeza.
Cubrir a la persona con una manta, campera, etc. para evitar el enfriamiento del cuerpo.
Transportarla a inmediatamente a un centro médico.
Hemorragias externas:
Con el herido tendido se hace compresión local en el punto que sangra, bien con uno o dos dedos con la palma de la mano, en función de la extensión de la herida.
Si la hemorragia cesa, se coloca un vendaje compresivo.
Si no se detiene, se tiene que hacer compresión.
Aplastar siempre la arteria o vena contra el hueso lo más cerca posible de la herida.
No aflojar nunca el punto de compresión.
Mantener al herido echado horizontalmente.
QUE NO HACER ANTE UNA HEMORRAGIA:
Nunca retirar un objeto, como cuchillo, trozo de madera, o flecha, que se encuentre, pues esto puede causarle incluso más daño a la víctima y puede empeorar la hemorragia. También puede que este objeto este incrustado en una arteria u órgano vital.
Si la hemorragia continúa y se filtra por el material apoyado contra la herida, este no debe retirarse; simplemente, se coloca un vendaje.
Intentar limpiar la herida una vez controlada la hemorragia. Se debe buscar ayuda médica.
Aplicar un torniquete para controlar la hemorragia, excepto como último recurso, ya que puede hacer más mal que bien. Solo las personas experimentadas deben aplicar torniquetes y estos deben utilizarse solamente en situaciones que pongan en peligro la vida, como por ejemplo, si se presenta una copiosa hemorragia que no cesa i con la presión continuo o en amputaciones de miembros. Nunca se colocara un torniquete en el tronco ni en el cuello.
Una vez colocado un torniquete, solo el personal sanitario podrá retirarlo.
¿QUE SON LAS HEMORRAGIAS?
Procede del latín hemorragia que, a su vez, tiene su origen en un vocablo griego. Este vocablo griego se encuentra conformando por dos partes: el término “chaima” que es “sangre” y el elemento “rragia”, que se refiere a un excesivo e inesperado flojo de algún tipo de fluido (sangre), se entiende por hemorragia a la salida de sangre fuera del sistema cardiovascular.
TIPOS DE HEMORRAGIAS:
Los diferentes tipos de hemorragias se clasifican según su origen anatómico, el tipo de vaso sanguíneo afectado, o la causa que lo origina.
SEGÚN SU TIPO DE ORIGEN:
Hemorragia externa: es la hemorragia producida por una ruptura de vasos sanguíneos a través de la piel, este tipo de hemorragias es producida por heridas abiertas, pero puede provenir del interior del cuerpo.
Hemorragia interna: es la ruptura de un vaso sanguíneo y la sangre fluye hacia una cavidad cerrada, se acumula en el interior del cuerpo.
SEGÚN EL TIPO DE ORIGEN
Hemorragia externa: es la hemorragia producida por ruptura de vasos sanguíneos a través de la piel, este tipo de hemorragia es producida frecuentemente por heridas abiertas, pero puede provenir del interior del cuerpo.
Hemorragia interna: es la ruptura de un vaso sanguíneo y la sangre fluye hacia una cavidad cerrada, se acumula en el interior del cuerpo.
Hemorragia exteriorizada: el vaso se rompe también en una cavidad, pero esta si tiene salida al exterior por orificio natural, como la boca, el oído o la nariz.
SEGÚN EL TIPO DE VASO SANGUÍNEO ROTO
Hemorragia capilar: es en la cual la sangre fluye de la herida en pequeña cantidades tras el raspado superficial de la piel la sangre sale en forma de gotas, y recibe el nombre de sábana.
Hemorragia venosa: el sangrado procede de alguna vena lesionada y la sangre sale de forma continua pero sin fuerza, es de color rojo oscuro.
Hemorragia arterial: es la más grave si no se trata a tiempo, el sangrado procede de alguna arteria lesionada y la sangre sale en forma continua, siguiendo el ritmo cardíaco.
SEGÚN SU ETIOLOGIA (CAUSA):
Rexis: solución de continuidad o rotura de un vaso (lesión por arma blanca por ejemplo, se refiere a daño intencionado).
Diéresis: lesión por incisión quirúrgica o accidental.
Diabrosis: corrosión de la pared vascular con bordes mal definidos.
Diapédesis: aumento de la permeabilidad de los vasos sin perder su integridad anatómica con la consiguiente salida de elementos formes.
SÍNTOMAS Y SIGNOS
Hemorragia interna: los signos que pueden apuntar una hemorragia interna son aquellos que indican el desarrollo de un shock hipovolémico que es una afección en la cual se pierde mucha sangre y hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo.
El pulso se vuelve débil y rápido.
La piel se vuelve fría y húmeda.
Los ojos están apagados (sin brillo), las pupilas pueden estar dilatadas y responden lentamente a la luz.
La presión sanguínea baja.
La victima usualmente puede estar sedienta.
Casa invariablemente ansioso/a.
La victima puede tener nauseas y vómito.
Abdomen muy sensible o rígido.
Hematomas en diferentes partes del cuerpo.
Perdida de sangre por el recto, vagina o en heces.
Vómito con sangre.
Fracturas cerradas.
Hemorragia externa: el diagnostico no es fácil, ya que los síntomas son evidentes; hay una herida de la cual fluye la sangre. Sin embargo, para determinar la severidad de la pérdida de sangre en la etapa de primera ayuda no siempre es posible especialmente si el paciente se mueve o cambia de ropa, por lo que es imposible saber qué cantidad de sangre ha perdido. También se debe tener en cuenta que el paciente puede estar en un estado de excitación y para negar o minimizar la gravedad de su estado debido a la fase temprana de choque traumático.
Hemorragia exteriorizada: los síntomas de este tipo de hemorragia se pueden observar a partir de los distintos tipos de salida por las cuales fluye la sangre:
Otorragia: salida de sangre por el oído. Esta proviene de la rotura de un vaso o clara si viene mezclada con líquido cefalorraquídeo.
Epistaxis: sangrado por las fosas nasales, de la misma nariz, o de trauma cráneo encefálico.
Hemoptisis: la sangre sale por la boca al toser. Procede del sistema respiratorio.
Hematemesis: sale por la boca en forma de vomito. Procede del tubo digestivo.
Melenas: la sangre es expulsada por el ano. Procede del tubo digestivo, a cualquier nivel.
Metrorragia: proviene del aparato genital femenino y se elimina por la vagina.
PRIMEROS AUXILIOS
Hemorragias internas:
No hay que administrar líquidos ni medicamentos a la persona afectada.
La persona tiene que estar acostada en posición horizontal, elevando sus extremidades inferiores (poner un objeto debajo de ellas) para que estas quedes sobre la altura de su cabeza.
Cubrir a la persona con una manta, campera, etc. para evitar el enfriamiento del cuerpo.
Transportarla a inmediatamente a un centro médico.
Hemorragias externas:
Con el herido tendido se hace compresión local en el punto que sangra, bien con uno o dos dedos con la palma de la mano, en función de la extensión de la herida.
Si la hemorragia cesa, se coloca un vendaje compresivo.
Si no se detiene, se tiene que hacer compresión.
Aplastar siempre la arteria o vena contra el hueso lo más cerca posible de la herida.
No aflojar nunca el punto de compresión.
Mantener al herido echado horizontalmente.
QUE NO HACER ANTE UNA HEMORRAGIA:
Nunca retirar un objeto, como cuchillo, trozo de madera, o flecha, que se encuentre, pues esto puede causarle incluso más daño a la víctima y puede empeorar la hemorragia. También puede que este objeto este incrustado en una arteria u órgano vital.
Si la hemorragia continúa y se filtra por el material apoyado contra la herida, este no debe retirarse; simplemente, se coloca un vendaje.
Intentar limpiar la herida una vez controlada la hemorragia. Se debe buscar ayuda médica.
Aplicar un torniquete para controlar la hemorragia, excepto como último recurso, ya que puede hacer más mal que bien. Solo las personas experimentadas deben aplicar torniquetes y estos deben utilizarse solamente en situaciones que pongan en peligro la vida, como por ejemplo, si se presenta una copiosa hemorragia que no cesa i con la presión continuo o en amputaciones de miembros. Nunca se colocara un torniquete en el tronco ni en el cuello.
Una vez colocado un torniquete, solo el personal sanitario podrá retirarlo.